Para muchos niños, las legumbres no se encuentran entre sus alimentos preferidos. Más aun, algunos las repudian. Sin embargo, es un alimento básico en su dieta, del que no podemos prescindir. En este artículo te presentamos algunas propuestas para que el consumo de legumbres no les resulte más traumático.
Las legumbres son un alimento básico en la alimentación humana. Es una fuente de proteínas, nos aporta vitaminas y minerales esenciales y nos proporciona fibra, que es fundamental para efectuar el tracto intestinal.
En todas partes del mundo se consumen legumbres. Aunque no se cocinan igual. No en todos los lugares se comen las legumbres en guisos de cuchara, como hacemos en España. En algunas partes de mundo se toman como guarnición, como los frijoles en América, se trituran para hacer cremas, como el Humus en Oriente Medio, o incluso se muelen en crudo para elaborar harinas con las que se cocinan panes y repostería.
A pesar de que hasta cierto punto, nuestros hábitos de alimentación han cambiado en los últimos tiempos, no nos alimentamos igual que lo hacían nuestros padres y abuelos, los distribuidores de Legumbres Astorga, una empresa de Lerma (Burgos) que lleva más de 35 años vendiendo legumbres donde puedes comprar lino marrón por Internet, señala que el consumo de legumbres no ha decaído nada en absoluto. Si a caso, nos hemos vuelto más exigentes en cuanto a la calidad y la procedencia. Esto hace que tengamos a nuestro alcance una variedad de legumbres como nunca antes habíamos tenido.
La variedad y calidad de las legumbres, unidas a las múltiples opciones que tenemos para cocinarlas, son un recurso que los padres tenemos a nuestro alcance para acostumbrar a nuestros hijos a tomar estos alimentos.
Quien lo ha vivido lo sabe. Si a un niño se le atraviesan las legumbres, hacer que se las coman puede convertirse en una tarea complicada. Aquí te presento algunas ideas para vencer su resistencia.
Cremas y purés.
Quizás esta sea la solución más sencilla. Por sus características absorbentes, las legumbres cocidas adquieren una textura parecida a la del puré de patatas o a la de cualquier crema de verduras.
Este es un plato que podemos elaborar con facilidad en casa. Basta con que cozamos las legumbres con agua y sal, y si a caso que le añadamos algún vegetal más, como la zanahoria, patata o el apio. Y que una vez todo cocido, la trituremos en la hoya con el túrmix.
Es bastante conocida la crema de guisantes. Pero si queremos, podemos sorprender a nuestros hijos con una crema de garbanzos o de alubias blancas.
Si el niño es un poco asquerosito, por los que los hay, y pone reparos a que dentro de la crema encuentra la piel de algún garbanzo o de alguna judía, siempre podemos pasar la crema por un colador o por un pasa-puré antes de servirla.
Es importante no decirle al niño lo que está comiendo. Al menos hasta que nos diga que le gusta. Lo podemos presentar como una sencilla crema de verduras.
El Hummus.
El hummus es un invento sorprendente. Una comida milenaria que se lleva elaborando desde tiempos inmemoriales en el Líbano, Siria, Palestina y que la comunidad islámica ha conseguido extenderlo por medio planeta.
Básicamente, no es más que un puré de garbanzos cocidos que se adereza con zumo de limón y aceite de oliva. Algunas de sus recetas llevan ajo, en países como el Líbano se le añade pasta de sésamo y es frecuente decorarlo con una cucharada de pimentón por encima.
Siempre se ha comido mojando el tradicional pan de pita que toman los árabes, cortándolo a pellizcos. Pero lo cierto es que es una crema fría que podemos consumir dipeando. Una forma de comer que llama la atención de los niños.
En lugar de pan de pita, podemos mojar bastoncitos de pan (colines) o si queremos hacerlo más sano, rodajas de zanahoria.
El hummus es todo un universo por descubrir. Si bien la receta tradicional se elabora con garbanzos, podemos encontrar hummus de lentejas, soja, berenjena. O alterar el color y el sabor del hummus tradicional con pimientos de piquillo, aguacate, zanahoria, remolacha, etc.
Ensaladas coloridas.
Esta es otra forma de comer legumbres que se aparta del tradicional plato de cuchara. No podemos decir que aquí las legumbres pasen enmascaradas. A simple vista, cualquiera descubre que hay garbanzos, lentejas o alubias en el plato. Esto tiene un punto en contra, no vamos a poder engañar al niño. Pero quizás llamamos su atención, puesto que es otra forma diferente de comer estos alimentos.
En la cocina tradicional tenemos varios ejemplos de ensaladas de legumbres. En Cataluña se toma con frecuencia el empedrat, que lleva alubias blancas cocidas, garbanzos, pimiento rojo cortado y servido en crudo, tomate, huevo duro y bacalao desmigado. Todo ello aderezado con un generoso chorro de aceite de oliva virgen.
Mi madre, en la Mancha, nos ponía sobre la mesa un plato de alubias blancas cocidas, con cebolla cruda, tomate triturado de bote y un poco de sal, aceite y vinagre. Nunca descubrí si aquel era un plato típico manchego, una ensalada de su pueblo o una invención suya. Lo cierto es que a mi padre y a mí nos encantaba.
Investigando por internet pueden encontrar una gran cantidad de ensaladas con legumbres. Una forma sana de comerlas, que no solo puede atraer a los niños, sino que a los adultos nos saca de la monotonía culinaria. De comer las legumbres siempre de la misma forma.
Pasta con legumbres.
Una forma curiosa de comer legumbres es acompañar la pasta con alguna salsa elaborada con estos vegetales.
Podemos, por ejemplo, servir los espaguetis o los macarrones con una falsa boloñesa elaborada con lentejas cocidas. Las lentejas vendrían a sustituir a la carne picada.
Es una receta sencilla que puede resultar divertida. Para ello debemos tener previamente cocidas las lentejas o usar lentejas de bote. Cocinaremos la salsa de tomate como lo hacemos habitualmente. Primero hacemos el sofrito de cebolla, luego añadimos el tomate triturado y por último, le agregamos las lentejas. Dejamos unos minutos cocinando a fuego lento, para que se integren los sabores. Por último, pasamos la salsa por la batidora, procurando que queden algunos trozos de lenteja sin moler, para que imiten el aspecto de la carne picada.
Otra receta interesante es servir espaguetis con hummus. Es como hacer espaguetis al pesto, solo que la salsa de pesto la sustituimos por hummus de garbanzos.
Compremos el humus hecho o lo hagamos en casa, es importante agregarle un poco de agua de cocer la pasta, para que la salsa salga menos espesa. Este plato es una manera de comer pasta con un toque cremoso y un alto valor nutritivo.
Panes de legumbres.
En muchos lugares de Asia y de África, las legumbres se muelen para hacer harina, que posteriormente se utilizan para elaborar pan.
El blog Invitado de Invierno nos habla del Dal Paratha, un pan ácimo (sin levadura) que se hace en la India, y que lleva harina de lentejas, filandro molido, pimentón picante o cállenla en polvo y algunas otras especias.
Es una torta fina y crujiente, que queda bastante bien para acompañar carnes y que se cuece en unos minutos en una sartén, la cual hemos embadurnado antes con algún aceite intenso como el de semillas de mostaza, de sésamo, de cacahuete o de coco.
Para su elaboración no se utiliza el aceite de oliva, puesto que este aceite no es frecuente en la India. He comido este pan en varios restaurantes hindús y paquistanís y te puedo confirmar que es realmente delicioso.
Otra harina que se utiliza para elaborar pan es la harina de garbanzo. Para hacer la masa, la harina se mezcla con agua o con leche, se puede utilizar levadura para que la masa fermente o simplemente dejarla reposar unas horas. Este pan se cuece al horno dentro de un molde y tiene la ventaja de que no lleva gluten.
Platos del mundo.
Otra manera de introducir a los niños en el consumo de legumbres es recurriendo a platos de otras partes del mundo. A poder ser, donde las legumbres no se tomen en un guiso de cuchara, como solemos hacer en España.
Los niños son muy curiosos y están abiertos a descubrir cosas nuevas. Si estos platos de legumbres los acompañas de una interesante historia, tienes mucho trabajo avanzado.
En su día el periódico El Mundo publicó más de 200 recetas de legumbres fáciles de hacer en las que incluía platos de diversas partes del globo.
Una forma divertida de comer legumbres es como utilizan los mexicanos los frijoles, en cazuelas con carne picada y chile que sirven de relleno para las fajitas.
En Cuba, los frijoles se utilizan como guarnición para una infinidad de platos. Además de cocer estas alubias, se pueden saltear con ajo. Haces un poco de carne o pescado a la plancha, lo acompañas de un montoncito de frijoles y de otro de arroz blanco y tienes un plato bastante completo.
Todo es cuestión de ponerle imaginación. El objetivo es acostumbrar a los niños a tomar legumbres desde pequeños.
 
				 
															 
								 
								 
								 
								 
								 
								