Ingenieros: inventores del siglo XXI

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Cuando la ejecución de una tarea que no reviste mayor complejidad, resulta complicada para un individuo, es habitual soltar esa frase irónica de “no hace falta ser ingeniero para hacerlo” o “no hay que estudiar una ingeniería”. Eso denota la gran importancia que se le da a estos cerebros andantes con capacidades innovadoras de gran relevancia.

Según nos cuentan los expertos de Delbin Ingeniería, especialistas en diseños de espacios y proyectos, los ingenieros son los profesionales capaces de aportar soluciones y crearlas ellos mismos. A groso modo, esta podría ser una definición acertada, pero han ido más allá y nos hemos adentrado en la realidad del ingeniero, sus funciones, competencias y dedicación.

Sin duda, la ingeniería es un campo extenso y vasto en el que caben todo tipo de ramas: desde la agroalimentaria hasta la industrial, pasando por la ingeniería genética o informática. Son tantas sus vertientes, opciones y posibilidades que, es fácil entender que para ser un ingeniero hay que poseer inteligencia, talento y creatividad. ¿Por qué? Sencillamente porque la ingeniería es una disciplina y un campo de estudio que consiste en la aplicación de los conocimientos científicos para dar solución a los problemas y restos a los que se enfrenta el ser humano en todas las áreas. Esto, implica tanto el diseño como la construcción y el desarrollo de herramientas, maquinaria e instalaciones, así como el mejor manejo de los recursos naturales, la producción y creación de materiales sintéticos y la conceptualización de los nuevos procesos y sistemas.

Tal y como la entendemos en la actualidad, la ingeniería es un concepto reciente, pero como disciplina, la ingeniería ha acompañado al hombre desde la antigüedad. Todos esos inventores de la historia, precursores y creadores que han impulsado el mundo hacia delante, hoy tienen nombre de ingenieros. Sin embargo, si echamos la vista atrás, los inventores, eran los ingenieros de su época. Para muestra un botón, véase Leonardo Da Vinci y sus múltiples aportaciones, más allá de la pintura.

De este modo, es difícil encontrar un punto de origen, puesto que el mismo dominio y creación del fuego, la construcción de hornos cerámicos o fabricación de herramientas en la antigüedad, eran formas de ingeniería. Al fin y al cabo, estas creaciones, consistían en la aplicación del ingenio humano para hallar la resolución de los problemas cotidianos.

No en vano, si atendemos al origen de la palabra, ingeniería, encontramos su procedencia en el Imperio Romano, nacida de la palabra ingenium, con la que denominaba el ejercito romano a las máquinas de guerra (generalmente las utilizadas para el asedio) que, adquirían ese nombre, justamente por se fruto del ingenio humano, el carácter innato del genio que reside dentro de las personas: ingenium proviene de in, dentro y genium, engendrado.

Este término, derivo en ingeniator, el soldado experto en manejar los ingenios, de donde procede a su vez, la voz francesas ingénieur (maquinista) que pasó a ser engineer en inglés e ingeniero en español. El tiempo hizo que su sentido de “operario de máquina” diera paso a la definición actual de la palabra ingeniero.

Revolución industrial, producto del ingenio

En el siglo dieciocho, el significado de la palabra, cambió drásticamente, como todo en aquel momento. La ingeniería paso a convertirse en una de las disciplinas más vastas y complejas, así como en una de las que mayor impacto a tenido en el modo que tiene el ser humano de habitar el planeta, transformándolo para su beneficio y acomodándolo a sus necesidades.

Esta es la razón por la que formarse en una ingeniería, implica acceder a un enorme conjunto de conocimientos especializados y un importante manejo de los lenguajes (la lógica y las matemáticas), así como de técnicas complejas cuya finalidad, no es otra que facilitar la vida de las personas, haciéndola mas cómoda, sencilla y duradera.

Durante la revolución industrial, se alcanzaron grandes cotas de mecanización que contribuyeron a facilitar toda suerte de trabajos que, de otro modo, llevaban mucho mas tiempo. A partir de ese momento, la evolución ha dado pasos de gigante merced a estos inventores que, en la actualidad, logran cambios sustanciales en cortos periodos de tiempo.

Podemos decir que, la ingeniería es una disciplina extremadamente amplia, poseedora de un importante cantidad de aplicaciones especificas y concretas, a través de las que se abordan diferentes aspectos y problemáticas de la vida. A razón de esto, podemos destacar algunas de las ramas más importantes de esta ciencia combinada.

Entre las diferentes ingenierías, podemos empezar por la ingeniería mecánica por ser una de las ramas más antiguas en importantes. Esta rama se dedica al estudio y diseño de las máquinas que, en la actualidad, van de los robots y sistemas hidráulicos hasta los vehículos o naves espaciales. La ingeniería mecánica alude a los principios de la física para crear herramientas complejas, permitiendo el desarrollo de nuevas dinámicas de construcción, obtención de energía, desplazamiento, etc. Cuando pesamos de forma abstracta en la ingeniería, solemos aludir a la ingeniería mecánica.

Pasamos a la archiconocida ingeniería industrial, encargada de estudiar y optimizar los procesos y sistemas productivos, a través de los cuales, la materia prima, se convierte en productos para el consumo, directo o indirecto. Esta rama, fue en el siglo dieciocho una de las más relevantes para el mundo laboral, económico y tecnológico del momento, siendo en la actualidad, igual de relevante. El diseño y el desarrollo de maquinaria, herramientas y todo tipo de circuitos productivos, se encuentra en el centro de la sociedad de consumo, siendo la ingeniería industrial la que, valiéndose de todo tipo de disciplinas y ciencias, logra hacer que la producción sea mas viable y eficiente.

Sin la ingeniería civil, no tendríamos carreteras ni infraestructuras. Esta rama se encarga de hacer que el mundo, sea más transitable. Para ello se vale de herramientas formales como el cálculo, la física y el estudio práctico del entorno real y así, poder diseñar y edificar instalaciones como puertos, puentes, presas, etc. Convive estrechamente con el urbanismo y la arquitectura.

Considerada por muchos como una subrama de la ingeniería civil, encontramos la ingeniería ambiental. Pero en los últimos tiempos, ha cobrado mayor importancia, debido a la imperiosa necesidad de crear un mundo más sustentable ecológicamente. Utilizando la química, la física, la biología, la ecología e incluso la economía, junto a las herramientas tecnológicas más innovadoras, su objetivo es proponer un modelo de desarrollo sostenible que permita el aprovechamiento justo de los recursos naturales, de manera rentable económicamente pero sin arruinar el ecosistema. Desde un nuevo prisma, se considera la ingeniería que diseña el mundo de las futuras generaciones.

Pasando al lado cibernético, la ingeniería informática es la que se encarga de aplicar los saberes y principios de la informática en el diseño de equipos computacionales, aprovechando los aporte de otras ingenierías como la eléctrica, la electrónica, telecomunicaciones e ingeniería del software.

Sin la ingeniería de las telecomunicaciones, sobra decir que no tendríamos tanta información al alcance de nuestras manos, ni tanta diversidad de aparatos para comunicarnos de diferentes maneras. Su nombre lo deja patente, se centra en el diseño y desarrollo de herramientas para la transmisión de la información a través de largas distancias. Sea valiéndose de ondas electromagnéticas o fibra óptica, esta rama, tiene como misión mejorar y perfeccionar las dinámicas de la transmisión de datos para obtener sistemas cada vez, más veloces, eficientes y prácticos.

Aunque no se trata de una rama propiamente dicho, de la ingeniería, no podemos terminar sin citar la ingeniería genética, este conjunto de procedimientos científicos, se encarga de la manipulación de los genes de las especies animales y vegetales, para hacer que sean más beneficiosas para la industria. De este modo se obtienen especies manipulables, conocidas como transgénicas, capaces de resistir a peores condiciones ambientales, producir más frutos o generar más leche. Haciendo que las explotaciones sean más rentables y garantizando el suministro de alimentos a gran escala. Además de sus aplicaciones en el campo de la medicina y la salud, donde la genética es un campo por explotar para encontrar soluciones a diversas enfermedades del ser humano.

Ni están todas las que son, ni son todas las que están. Existen otras muchas ramas de ingeniería como la militar, la electrónica, la eléctrica, la ingeniería química o la de los alimentos. Cada una con una finalidad concreta y objetivos claramente definidos: mejorar todos los aspectos que abarca cada rama.

La función del ingeniero es por tanto, la de realizar los diseños o desarrollar las soluciones tecnológicas correspondientes a las cambiantes necesidades de la sociedad, la industria o la economía. Siempre se ha asociado la ingeniería al sector industrial, pero hay que pensar, e algo tan simple (a nuestros ojos de hombre moderno) como los acueductos de las ciudades romanas, desarrolladas por los ingenium de la época para dar solución a un problema social.

En la sociedad actual, la complejidad de la misma, hace que la función del ingeniero posea mayor alcance en lo que a influencia respecta. La incursión de los avances tecnológicos y las consecuencias de su uso, incorrecto en gran medida, otorgan una alta cota de responsabilidad sobre el fruto de su trabajo y el uso que se hace del mismo. Bajo esa premisa, los ingenieros actuales, son los inventores del siglo, formados para crear un mundo mejor.

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