¿Cómo ser un buen psicólogo? Una buena pregunta que queremos responder en este artículo. No debes olvidar que el trabajo de un profesional de la psicología es posible que en algunos momentos sea estresante, agobiante y no tan satisfactorio como quisiera.
Como se está a diario en contacto con personas que tienen ciertos problemas en la gestión de las emisiones o que están viviendo conflictos graves, los psicólogos precisan de buena preparación, no solo respecto a técnicas de diagnóstico y tratamiento, también a la hora de manejar las propias emociones, impulsos y frustraciones.
Vamos con los requisitos:
Autocontrol de las emociones
En este caso, se podría decir que es de las cualidades que son de mayor importancia, en especial si hablamos del equilibrio mental por parte del profesional, siendo una característica con la que va a ser posible que regule las emociones con asertividad, como nos confirma la psicóloga madrileña angelarodriguez.es la cual se ha granjeado gran fama en la capital de España por sus buenas técnicas con sus pacientes.
Todo ello no va a significar que el autocontrol emocional pueda impedir que algunos hechos no terminen impactando en el psicólogo, porque es una persona que tiene emociones y que cuenta con un pasado, pero sí que va a poder regular los sentimientos delante de la propia persona, de tal forma que así no responderá con un enfado se ponga llorar.
Es necesario que tenga un control de las emociones, siendo esto un gran beneficio que permite generar confianza en el propio paciente, que percibirá al terapeuta como alguien estable en el que poder apoyarse sin que haya altibajos a nivel emocional y donde siempre habrá una actitud de escuchar activamente.
Empatía
No solo tiene que caerle simpática como tal la persona que esté delante, deberá ir algo más allá y conseguir ponerse en el lugar de él para que así pueda sentir lo que esa persona sienta y pensar como ella lo hace.
Esta manera es la que puede hacer que le ayude de verdad, puesto que así va a poder entender el problema que de verdad vive dicha persona.
Incluso podemos decir que investigaciones han evidencia que las personas que son bastante empáticas llegan a reaccionar de igual manera que los que viven los problemas en carne propia.
Cuando un psicólogo no consigue ser empático, lo más probable es que minimice los problemas que sean motivo de consulta o que las técnicas que se pongan en marcha no sean las adecuadas.
Apertura mental
Las personas tienen confianza en el psicólogo, lo que hace que le cuenten una serie de cosas que pueden ser contrarias a lo que crea o los valores del profesional.
Aquí es donde el psicólogo debe ser muy abierto de menta como para que acepte dichas conductas.
Cuando el profesional no consigue aceptar a la persona que tiene delante, lo que ocurre es que enviará una serie de señas extraverbales de rechazo y antes o después las detectará el paciente, que no se va a sentir cómodo y que terminará abandonando la terapia como tal.
Introspectivo
Es de las cualidades de los psicólogos de las que menos se hablan, pero que más importancia tienen.
Mediante este proceso se consigue el reequilibrio de los estados a nivel emocional, entendiendo los impulsos y los deseos. La introspección, el tener la capacidad de quedarse uno a solas con uno mismo, el algo que es piedra angular de la persona y su crecimiento, pero también una llave para el descubrimiento sobre cómo funciona la mente.
Integro
El psicólogo es preciso que llegue a inspirar confianza de tal forma que los pacientes estén cómodos al contarles sus problemáticas, algo que es posible que no se hayan nunca atrevido a contarle a nadie.
Dicha sensación en la que el papel principal es la confianza, podemos crearla con una serie de detalles, los cuales va a ir desde cómo se mueve el profesional hasta otras señales que serán más explícitas, pero donde la base serán esos valores con los que cuente el psicólogo como tal en su forma de trabajar.
Cuando las personas notan que el profesional tiene seguridad, que se conocen bien y tiene claras las metas, va a confiar más en él y terminará abriéndose.
Habilidades de comunicación
No olvidemos que la palabra es fundamental para el psicólogo. Pero, además, este profesional debe ser un magnífico oyente, prestando atención a lo que es lenguaje a nivel corporal que tienen las personas de cara a poder ser capaz de descifrarlo y tendrá que transmitir confianza con sus gestos y su propia tranquilidad.