Todos queremos tener los dientes blancos y relucientes. Una sonrisa bien cuidada es la mejor carta de presentación. Por eso, mantener una buena salud bucodental muy importante para mantener nuestras piezas dentales en el mejor estado posible.
Además de los tratamientos de blanqueamiento dental, que podemos realizarnos en la mayoría de clínicas de odontología, podemos seguir una serie de pautas para conseguir que nuestros dientes no pierdan su color natural y mantengan su color blanco durante más tiempo.
Desde la clínica Collado Villalva nos dan una serie de consejos para mejorar el aspecto de nuestros dientes.
Limpieza bucal: Uno de los factores más importantes a la hora de mantener nuestros dientes lo más blancos posibles es prestar atención a la limpieza. Es importante que nos lavemos los dientes a poder ser después de cada comida. También es fundamental elegir un cepillo correcto (Si nos cepillamos los dientes con un cepillo cuyas cerdas son muy duras, podemos dañar nuestras encías) y un dentífrico que satisfaga nuestras necesidades.
También es recomendable utilizar hilo dental, ya que gracias a este elemento podemos eliminar restos de comida que se quedan entre nuestros dientes y que con el cepillo no podríamos. De la misma manera, los colutorios bucales también pueden ayudarnos a eliminar bacterias indeseadas.
Al igual que los dientes, es aconsejable que cepillemos nuestra lengua. Para ello existen rascadores especiales que ayudan a eliminar la placa bacteriana.
Consejos para mantener nuestros dientes blancos y saludables
Cuidado con algunos alimentos: Existen muchos alimentos que pueden modificar el color natural de nuestros dientes y hacer que pierdan su tonalidad blanca. Es el ejemplo de algunas bebidas como el vino, los tés, y especialmente el café. También hay que tener cuidado con algunos refrescos, ya que contienen una serie de ácidos que al entrar en contacto con el esmalte de nuestros dientes pueden dañar nuestra sonrisa.
Aunque las verduras y las frutas son alimentos muy sanos y se recomienda consumirlos con frecuencia en la mayoría de las dietas, hay que tener cuidado con algunos de ellos. Los excesivamente ácidos como el limón y la naranja, y los que poseen un color muy intenso como son la remolacha, las frambuesas, pueden teñir el color de nuestros dientes.
Por último, no se recomienda avisar de algunas salsas como la soja o el kétchup.
Añade a tu dieta alimentos blanqueadores: Al igual que algunos alimentos pueden estropear nuestros dientes, los hay que tienen propiedades blanqueadoras. Puedes incluirlos con frecuencia en tus platos para lograr blanquear tus dientes de manera natural. Son por ejemplo el brócoli y la coliflor (Estas verduras requieren de mucha masticación, lo que hace que la boca segregue mucha saliva y ésta actúe como blanqueador natural).
Aunque las fresas tengan un color rojo fuerte, contienen algunas enzimas que pueden ayudar a blanquear nuestros dientes. Las manzanas también ayudan a limpiar nuestra boca al tener que masticar cada mordisco muchas veces.
No olvides incluir lácteos en tu dieta diaria. Su ácido láctico mejorará el esmalte y blanqueará nuestros dientes. Además, el calcio hará que nuestros dientes crezcan fuertes y sanos. Comer algunas verduras crudas, como el apio, también favorecerá la limpieza de nuestros dientes: por ejemplo, el ácido o la zanahoria.
Frutos secos: contienen muchos beneficios para nuestra salud tanto física como bucodental, ya que poseen muchos minerales y vitaminas y requieren de mucha masticación.
Vinagre de manzana: un gran aliado para el color de nuestros dientes
El vinagre de manzana ayuda a blanquear nuestros dientes de manera natural. Aunque los resultados no se ven al momento, realizar enjuagues con este alimento durante varias semanas facilitará que se eliminen las manchas y nuestros dientes se blanqueen. Sin embargo, hay que emplear este método con moderación ya que el vinagre de manzana contiene ácidos y utilizarlo demasiado podría dañar el esmalte de nuestros dientes.
Utiliza un cepillo correcto
Si cepillamos nuestros dientes con demasiada fuerza o empleamos un cepillo demasiado duro, podemos dañar nuestras encías. De esta forma, no solo no conseguiremos que nuestros estén más blancos, sino que podrían volverse más amarillos. Es aconsejable cambiar de cepillo de dientes cada tres meses ya que su eficacia va disminuyendo poco a poco. Además, en sus cerdas pueden acumularse miles de bacterias nocivas para nuestros dientes.