Hay enfermedades que no se ven, pero que se sienten y mucho. La salud tiene muchas ramas y no solo depende de los distintos sistemas como el circulatorio o el respiratorio. Este es un error que solemos cometer en muchas situaciones y que poco a poco vamos corrigiendo.
Sí, amigos y amigas. La salud mental, que es la protagonista de estas líneas, tiene que ganar visibilidad en nuestra sociedad. Hablamos de una rama de la salud que es invisible, que no se manifiesta únicamente a través de una herida física que podemos ver directamente.
De hecho, la salud mental ha sido una de las principales causas de que la vida de muchas personas no haya sido tan feliz como esperaban. Hablamos de un asunto que tradicionalmente ha sido olvidado por parte no solo de la gente de a pie, sino también de las instituciones públicas ligadas a un campo como la sanidad. Las cosas solo han empezado a cambiar hace unos años y ahora es cierto que contamos con muchos más medios para combatir este tipo de problemas. Menos mal, porque lo cierto es que esto se ha empezado a convertir en una cuestión mucho más habitual de lo que nos gustaría reconocer.
Son muchos los problemas que están ligados a la salud mental en los tiempos que corren. Solo hace falta echar un vistazo a las páginas web de entidades cuyo principal propósito es combatir contra este tipo de problemas, como es el caso de la psiquiatra Raquel Calles, para ver las diferentes enfermedades que existen en relación a este asunto. Afortunadamente, para todas existe una solución.
Queremos incidir especialmente en un asunto como lo es el de la ansiedad, que es uno de los problemas mentales más habituales en los tiempos en los que nos encontramos. De acuerdo con una noticia que fue publicada en la página web de El Confidencial, en concreto en su sección Alimente, el 60% de la población padece un trastorno de ansiedad generalizada a lo largo de su vida. ¿Nos estamos dando cuenta de lo que significa esto? ¿No os parece realmente preocupante que más de la mitad de las personas, en concreto 3 de cada 5, sufran ansiedad de manera generalizada a lo largo de su vida? La verdad es que es como para ponernos a pensar seriamente en el asunto.
Hay otro dato que nos llama la atención en relación a este tema y es que la ansiedad suele ponerse de manifiesto siempre antes de los 20 años. Se trata del trastorno que más se da en lo que tiene que ver con la atención primaria y es preocupante también saber que cada año va en aumento. Algo estamos haciendo mal como sociedad para que esta sea la realidad en la que nos movemos. No tendría que ser así, pero por desgracia esto forma parte de la verdad.
Vamos a ver algunas de las consecuencias que tiene una cuestión como la ansiedad:
La primera de ellas está directamente relacionada con nuestra autoestima. Cuando padecemos ansiedad, tendemos mucho más a desconfiar de nosotros mismos en todos los procesos en los que nos encontramos inmersos en nuestra vida. En nuestro trabajo, no podremos dar lo mejor de nosotros mismos y, si tenemos alguna entrevista de trabajo, está claro que no vamos a tener las mismas opciones de éxito.
La infelicidad también va a ser nuestra compañera de vida. Y muy fiel, para nuestra desgracia. Vamos a tener difícil disfrutar de cada momento, de cada regalo que nos depare nuestra existencia. Ni siquiera cuando estemos rodeados de nuestra familia o nuestros amigos vamos a esbozar la sonrisa que merecemos esbozar. Y enfrentarse a una situación como esta es muy duro desde el punto de vista mental.
Es posible, incluso, que la ansiedad condicione nuestro estado físico. Cuando una persona la padece, puede tener arrebatos que le lleven a comer más de la cuenta o a no comer. El primero de esos casos se ejemplifica muy bien con las personas que fuman, que intentan dejarlo y que, al resultarles esto muy complicado, deciden que lo mejor es empezar a comer más de la cuenta para calmar esa ansiedad. Eso, claro, no funciona. No va a calmar la ansiedad y, por supuesto, no nos va a arreglar nada en términos de alimentación, más bien al contrario.
¿Y qué hay de las causas?
Son varias las causas por las cuales una persona puede sufrir ansiedad. Hemos querido analizar más en profundidad este tema y para ello os enlazamos una noticia publicada en el portal web Medical News Today en el que se enumeran algunas de ellas y que nosotros os mencionamos a continuación:
- La presión social. Cuando alguien espera algo de nosotros y sentimos que es posible que no logremos eso, empezamos a tener miedo de fallar a la gente a la que le importamos. Esa carga de responsabilidad provoca ansiedad. Seguro que alguna vez habéis padecido alguna sensación parecida.
- El trabajo, el estudio o tener que hacer frente a fechas límite ocasiona estrés… y eso deriva en ansiedad. Es la fórmula más típica para que se genere este problema. Seguro que también lo sabéis bien.
- Las dificultades financieras, por desgracia, también pueden estar detrás de cuestiones como de las que estamos hablando. El agobio de saber que no tenemos dinero para hacer frente a determinados pagos nos hace sentirnos realmente mal.
- Los problemas en las relaciones, ya sean con pareja, amigos o familia, suponen un extra de ansiedad que muchas veces no es fácil de sobrellevar.
- Los problemas de salud, por supuesto, también implican ansiedad. Tendemos a pensar que algunos de ellos nos pueden amargar la vida y, claro, eso nos pasa factura.
- Elementos como el racismo, prejuicios de género, abuso o negligencia, además de provocar ansiedad, son ilegales y pueden ser denunciables. Si creéis que los padecéis, ya sabéis lo que debéis hacer.
Acabamos de ver un abanico muy grande de cosas que pueden provocar ansiedad. Seguro que son más de los que estabais pensando en un principio. Pero seguro que estáis de acuerdo con que son peligrosos para la salud mental. Se trata de asuntos que han estado ahí siempre y que han afectado a todo tipo de personas. Con esto en la mano, ¿Cuánta gente creéis que ha padecido ansiedad a lo largo de, por ejemplo, el siglo XX y no ha sido tratada? Imaginaos cómo podría llegar a ser una vida en caso de que se tuviera que pasar por esto y saber que no podemos contar con la ayuda que requerimos. No debe ser fácil, pero por suerte las cosas han empezado a cambiar.
Extremar las precauciones ha de ser siempre una de las más grandes labores de todos y cada uno de nosotros en lo relativo a la salud mental. Es probable que, en este mismo instante, tengamos a algún amigo o algún familiar cercano que esté sufriendo ansiedad pero que no lo manifieste a simple vista. También es posible que esté pasando por otro problema ligado a la salud mental que no sea la ansiedad y que tampoco lo manifieste. Debemos, ante cualquier mínima sospecha, ayudarle e indicarle cómo proceder para empezar a resolver un problema que nadie merece tener.
Es probable que alguien piense que las causas de la ansiedad de las que antes hablábamos se han padecidas mayormente por gente en edad de trabajar puesto que muchos de los problemas que se deducen de esa lista tienen que ver con el trabajo o dinero. Sin embargo, conviene no olvidarse de:
- Los niños. Este es el nicho de población más vulnerable para prácticamente cualquier cosa, así que hay que tener una especial atención sobre él. Una de las mayores causas de ansiedad en los niños tiene que ver con el bullying, que tristemente se ha convertido en algo habitual en entornos como el colegio o el instituto.
- Los ancianos. Cuando ha pasado nuestra edad para trabajar, tendemos a pensar, y con mucha razón, que la sociedad se ha olvidado de nosotros. A veces, resulta muy difícil para una persona mayor encontrar actividades que sean óptimas para su estado actual. Y es perfectamente lógico y entendible que una situación y una sensación como esa genere ansiedad.
Por otro lado, es importante que, al mismo tiempo, os preguntéis si vosotros mismos padecéis ansiedad puesto que es posible que la padezcáis y no lo sepáis. Como hemos dicho, se trata de una enfermedad silenciosa y que os puede ir haciendo daño sin que seáis conscientes de ello. Hay que prevenir su aparición y estar siempre alerta para, en caso de que exista en nuestro caso particular, combatirla a la mayor brevedad posible.
Es imposible conseguir que absolutamente nadie en el mundo padezca ansiedad. Pero la manera de empezar a luchar contra ella y contra cualquier enfermedad mental es saber que hay medios para superarla. Cuando somos plenamente conscientes de ello, hemos realizado el primer paso, que es el más difícil, para seguir adelante con nuestra vida como si nada hubiera pasado.